ÚLTIMO PASO: ACTIO

¿A qué nos lleva el texto?

(matrimonio, 5 hijos, ambos trabajan, pertenecen a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

Cuántas cosas nos quedan por ser reveladas, para las que habremos de esperar pacientemente, desde nuestra mediocridad. Realmente no somos nadie y tenemos una venda en los ojos. Varias veces nos movemos siguiendo impulsos propios o decisiones de otros sin valorar si hacemos lo adecuado, y por el contrario, también opinamos o juzgamos la mediocridad de los demás. Y todos somos realmente dignos de compasión porque erramos en nuestros actos. Es bueno reconocerlo para saber cuál es nuestro punto de partida actual y poder seguir dando pasos, pues ese reconocimiento tampoco nos puede llevar a una situación de parálisis. 

Desde esta perspectiva, qué bueno es ofrecer nuestra mediocridad al Señor y, sin conformarnos con ello, pedirle que nos envíe su Espíritu, para que vaya obrando en nosotros mejoras para mayor gloria suya.  

Te invito a tener presente esta semana nuestra mediocridad, la tuya y la mía, a aceptarla, y desde ese punto de partida, a pedir al Señor que seamos dóciles a la acción de su Espíritu y que nos vayamos dejando transformar desde Su sabiduría y Su amor.


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