ÚLTIMO PASO: ACTIO

¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, cinco hijos, trabajan ambos, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

Desde que somos pequeños nos solemos comparar y querer los mejores sitios. Desde algo tan trivial como el asiento en el coche o en el transporte público, donde no dé el sol, se escuche mejor la música, donde pueda estirar las piernas; pasando por la mesa de la cocina o el comedor donde esté mejor atendido; o en el trabajo donde mi labor se reconozca mejor; con los amigos queriendo que todos estén pendientes de uno; y en la familia donde nos gusta quedar como los que damos abasto y solución a todas las incidencias que surjan.
Solemos padecer el “síndrome de la ventana de enfrente” y pensar que lo del otro, lo que veo o percibo es mejor que lo que tengo yo, o mejor que lo que me está tocando vivir.
Esta semana intentemos hacerlo al revés. Que nuestra ventana sea el servicio agradecido y el regalo de servir, y disfrutar de los puestos que nadie quiere. Que seamos grandes al ser servidores y reflejo de Jesús en nuestro convivir.
Que el Señor nos siga bendiciendo.

 


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