ÚLTIMO PASO: ACTIO

¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, dos hijos, él trabaja, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

La familia de Jesús viene a llevárselo porque piensan que no está en sus cabales…

Seguramente tú también has tenido la experiencia de que aquellos que te quieren, cuando estás trabajando por el Reino te dicen que para qué te metes en líos, que no te compliques, que estás loca o loco….
Para actuar desde el Evangelio de esta semana os sugerimos un par de ejercicios de reflexión sencillos.
– Analicemos en qué medida nos dejamos llevar por los comentarios de los demás. ¿Flaqueamos? ¿Dudamos?. Es una buena ocasión para hacernos conscientes de las herramientas que utilizamos para no dejar la senda. Así las podremos afianzar y hacerlas más eficaces. También es momento para darnos cuenta de las capacidades que nos faltan para hacer frente a los “zarandeos” de los demás y de plantearnos cómo adquirir los medios que nos ayuden a no sucumbir, a mantenernos firmes.
– Pensemos por otro lado en la gente de la que hablamos mal. Seguramente en muchas ocasiones son personas que piensan igual que nosotros, tienen nuestros mismos objetivos en la vida, tienen nuestros mismos valores evangélicos… Sin embargo los declaramos nuestros “enemigos”. Debemos plantearnos por qué lo hacemos, qué nos motiva a ello. Quizás descubramos que es por la envidia de sus éxitos, porque son de un diferente partido político a nosotros, porque no son personas con las que empatizo o me caigan bien…. También es muy probable que estos comportamientos míos tengan su raíz y su causa en mis complejos, mis inseguridades, mis miedos… Procuremos replantearnos esa actitud nuestra y “curar” aquello que la causa. Aprendamos a opinar desde el respeto sin calificar a los demás y a convivir con todos.

Que el Espíritu Santo sea nuestra luz y nuestro guía.


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