TERCER PASO: ORATIO

¿Qué nos hace decir el texto?

(hombre, casado, pertenece a movimiento cristiano)

Dios Padre bueno,

en ti confiamos.

Sabemos que el auxilio viene de tus manos. 

A veces no vemos con claridad,

a veces no podemos discernir,

a veces tenemos miedo.

Pero levantamos el corazón hacia ti.

Porque eres santo. Y justo.

Y con tu sabiduría amorosa riges la realidad

en la que estamos enraizados,

en la que desplegamos nuestras capacidades,

en la que, sedientos, buscamos la plenitud

que emana y se plenifica en ti.

Dios Padre bueno,

quisiéramos rezar sin descanso,

con autenticidad,

como si la fe fuera la columna vertebral

de nuestra biografía

en estos tiempos extraños

donde hay tanta humanidad doliente,

ninguneada,

vulnerable.

Dios Padre bueno,

quisiéramos tener esperanza

sin descanso,

sin tembleques,

sin miedos irracionales

como si la fe fuera lo que alimenta

nuestro diario esfuerzo

por la verdad,

por el bien,

por la justicia

en estos tiempos

tan extraños,

llenos de tanta gente perdida,

llenos de tanto cortoplacismo,

llenos de tanta deshumanización

para tantos y tantos que no viven

sus derechos humanos 

reales y efectivos

en el campo de batalla de su vida diaria. 

Dios Padre bueno,

con la seguridad de sabernos reunidos en tu nombre

quisiéramos rezar sin descanso

por este mundo,

tan maravillo y tan desastroso

en el que estamos enraizados

para que demos frutos de tu reino,

reino de amor y de justicia,

reino de vida y libertad,

reino de justicia y fraternidad,

reino de comunión y de alegría. 

Dios Padre bueno,

ábrenos los oídos

para oírte en los silencios…

Dios Padre bueno,

rompe nuestro egocentrismo,

para oír las necesidades

de las personas que nos rodean.

Dios Padre bueno,

haz que demos un salto de calidad

y pasemos de nuestras devociones religiosas privadas

a la espiritualidad

de hombres y mujeres de tu pueblo

que testimonian con su vida,

con coraje,

con viveza,

con intensidad,

que tanto amor

que emana de ti

no puede terminar

como si aquí todo diera igual. 

Dios Padre bueno,

haznos testigos

de tu Reino en lo cotidiano

en este mes de octubre,

en este mes de las misiones. 

Amén.

Amén.

Amén.  


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