TERCER PASO: ORATIO

¿Qué nos hace decir el texto?

(hombre, casado, pertenece a movimiento cristiano)

Dios Padre, sabemos que venimos de la santidad y el amor.

Dios Padre, santidad en lo más íntimo de cada uno de nosotros y de la realidad.

Dios Padre, prioridad de prioridades en lo que podemos comprender y desear los seres humanos.

Dios Padre, fuente de las fuentes del misterio de lo que ha sido, de lo que es y de lo que será.

Dios Padre, impulso de todas las dinámicas poderosas del universo, de la historia y de cada biografía.

Dios Padre, raíz fascinante de nuestra confianza en que la bondad es lo que realmente permanece.

Dios Padre, que nos cuidas, pase lo que nos pase… porque estás a nuestro favor y a favor de todos los hombres y mujeres de la larga estela de la humanidad.

Dios Padre, atento, acogedor, materno mucho más allá de lo que ni siquiera podemos imaginar.

Dios Padre, ante Ti nuestra humildad reconoce que nos sostienes, alientas y acompañas.

Dios Padre, que nos haces esencialmente hermanos.

Dios Padre, que nos constituyes en peregrinos que retornan a tu casa.

Dios Padre, que nos capacitas para ver, para comprender y para vivir la verdad de los que somos y la verdad a la que estamos llamados.

Dios Padre, que nunca defraudas las aspiraciones de la pureza de intención.

Dios Padre, que nunca nos dejas de lado hagamos lo que hagamos.

Dios Padre, fidelidad de las fidelidades que construyen la justicia en el mundo. 

Dios Padre, que has hecho, haces y harás nuevas todas las cosas.

Dios Padre, ante Ti, reconocer, aceptar, confiar.

Dios Padre, ante Ti, agradecer, alabar, bendecir.

Dios Padre, unidad a la que están llamadas las unidades provisionales, débiles, hechura de manos humanas.

Dios Padre, moldéanos para que nos entreguemos a la unidad, a la fraternidad, a la justicia, a la santidad.

Dios Padre, aliméntanos, transfórmanos, acreciéntanos en lo mejor de nuestra humanidad: irradiar tu presencia.

Dios Padre, ayúdanos a no tener miedo a vivir lo que somos.

Dios Padre, haznos audaces en la predicación de tu evangelio en estos tiempos extraños que nos tocan vivir.

Dios Padre, aliéntanos a vivir el presente, tu presente en lo que nos pasa, en lo que decimos, en lo que deseamos.

Amén.

Aleluya.

Aleluya.

Aleluya.


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