Evangelio Seglar Domingo 20 de Agosto de 2023


Domingo 20 de Agosto de 2023

LECTIO DEL DOMINGO XXX

TIEMPO ORDINARIO – CICLO A

 

 

 ABIERTO POR VACACIONES

 

Los seglares que comentan el Evangelio cada domingo, se toman un descanso.

En septiembre se reanuda el servicio habitual.

En AGOSTO ofrecemos cada semana algunos comentarios realizados

mientras se disfruta de las vacaciones y en referencia a ellas.

 

Lectura del santo evangelio según Mateo 15,21-28

Mujer, qué grande es tu fe

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: “Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.” Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: “Atiéndela, que viene detrás gritando.” Él les contestó: “Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.” Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: “Señor, socórreme.” Él le contestó: “No está bien echar a los perros el pan de los hijos.” Pero ella repuso: “Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.” Jesús le respondió: “Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.” En aquel momento quedó curada su hija.

 

DESDE LA PLAYA

(Hombre, casado, tres hijos, trabajan ambos, en vacaciones)

El verano, es tiempo de parar algo las máquinas y sobre todo aprovechar para parar aquella que más nos controla (aunque no lo sepamos), esa “loca de la casa” que es la mente. El silencio, contemplar la puesta de sol, bucear en el mar, relajarse cerrando los ojos y sintiendo la brisa que golpea tu cara, todo esto viene bien, muy bien. Sentir la presencia de ese Jesus que nos habla de nuevo este Domingo, en la naturaleza que nos rodea, es muy gratificante.

La lectura de este evangelio nos acerca a otra prueba de fe, ese Jesus, que de manera dura, nos hace ver que hasta una mujer extranjera, que en su época era el último estrato social, tiene sitio a su lado (con todo lo que ello conllevaba).

Ni la más grave de las ofensas puede con la fe de esta mujer. Pero es que Jesús, no solo la pone a prueba a ella sino también a sus discípulos, provoca que acudan a defenderla, y aunque su misericordia no iba a permitir pasar de largo, necesitaba dar ejemplo de cuánto puede una fe sin complejos, fuerte como la de esa mujer cananea.

Que Dios aumente nuestra fe, y que aprovechemos este tiempo para cultivarla.

 

DESDE LAS VACACIONES

(Matrimonio, tres hijos, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana y movimiento seglar, en vacaciones)

He de reconocer que esta lectura, estando de vacaciones, me ha dejado un poco desconcertado. Siempre he creído, y así me lo han dicho muchas veces, que la fe es una gracia, o lo que es lo mismo depende directamente de Dios que la conceda o no la conceda. De hecho, en muchas ocasiones he pensado que mi fe se tambaleaba por la falta de conexión con el Padre.

He tenido que leer algún comentario a este evangelio para intentar aplicar en mi vida lo que esta lectura quiere invitarnos a vivir. Sólo me cabe una conclusión, que si bien la fe es una gracia y depende de Dios, no es menos cierto que para vivirla hace falta la tenacidad de la mujer cananea que, a pesar de que el mismo Dios era el que la desalentaba, ella seguía confiando en Jesús porque el amor a su hija la empujaba. Su fortaleza, su tenacidad y su amor, que trasciende barreras, me enfrentan a mi realidad como padre y si sería capaz de afrontar las dificultades de la vida con la misma entereza.

Por lo tanto, en este día, sólo cabe tener la fe inquebrantable de la mujer cananea y pedir a Jesús que nos ayude en nuestra vida como personas, parejas y familias cristianas a crecer en Fe y gracia.



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