Domingo 13 de Agosto de 2023
LECTIO DEL DOMINGO XXIX
TIEMPO ORDINARIO – CICLO A
“ABIERTO POR VACACIONES”
Los seglares que comentan el Evangelio cada domingo, se toman un descanso.
En septiembre se reanuda el servicio habitual.
En AGOSTO ofrecemos cada semana algunos comentarios realizados
mientras se disfruta de las vacaciones y en referencia a ellas.
Lectura del santo evangelio según Mateo 14,22-33
Mándame ir hacia ti andando sobre el agua
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario.
De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo en seguida: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” Pedro le contestó: “Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.” Él le dijo: “Ven.” Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: “Señor, sálvame.” En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?” En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: “Realmente eres Hijo de Dios.”
DESDE LA PLAYA
(Hombre, casado, tres hijos, trabajan ambos, en vacaciones)
Todavía sigo impresionado de la juventud que acudió a la llamada del Papa en Lisboa.
¡No tengáis miedo!
Mensaje que se repite este domingo en el Evangelio y que debe ser canon de nuestro pensamiento en muchas ocasiones. Cuando el mar esté revuelto, cuando la vida se complique, cuando vayamos contracorriente, no hay que tener miedo. No es fácil, caeremos como Pedro, pero confiemos en él, su mano siempre tendida que nos ayuda en todo momento.
Me quedo con eso en este tiempo de descanso, con el recuerdo de lo ocurrido en la JMJ y con la llamada del Papa a seguir adelante con fe.
DESDE LAS VACACIONES
(Matrimonio, tres hijos, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana y movimiento seglar, en vacaciones)
Les aseguro que no hay elementos que evoquen más las vacaciones que una barca, el agua, la montaña… Y sin embargo estos elementos cuando se levanta un poco de brisa, aparecen las olas… son inquietantes porque nos zarandean y hacen que nuestras vidas, no parezcan tan estables como la habíamos vivido minutos antes.
Afronto este segundo evangelio del mes de agosto, desde mi experiencia vital, sintiendo que siendo muchas las aguas agitadas que he tenido que pasar, no en todas ellas he sentido la mano salvadora de Jesús porque la propia soberbia e incluso la prepotencia, no me han dejado mirar hacia el lugar adecuado, sólo he sido consciente de mi propia autosuficiencia.
Por el contrario, en aquellas ocasiones que me he movido en aguas agitadas y no he tenido reparos como Pedro en gritar “Señor, Sálvame” confiando en alguien más grande, abrazando la incertidumbre con valentía y buscando su presencia en los momentos más oscuros, he encontrado la fortaleza y el consuelo en mi fe aun navegando por los momentos más complicados de mi vida.
Sentir que el Señor te salva incluso con miedo como Pedro, supone el reconocimiento de tus limitaciones, abrazar la realidad que nos supera y afrontar la vida siendo consciente de la presencia de Jesús en nuestras vidas.
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