Domingo 04 de Agosto de 2024
LECTIO DEL DOMINGO XVIII
TIEMPO ORDINARIO – CICLO A
“ABIERTO POR VACACIONES”
Los seglares que comentan el Evangelio cada domingo, se toman un descanso.
En septiembre se reanuda el servicio habitual.
En AGOSTO ofrecemos cada semana algunos comentarios realizados
mientras se disfruta de las vacaciones y en referencia a ellas.
Lectura del santo evangelio según Juan 6,24-35
El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no pasará sed
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo has venido aquí?” Jesús contestó: “Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.” Ellos le preguntaron: “Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?” Respondió Jesús: “La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.” Le replicaron: “¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo.”” Jesús les replicó: “Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.” Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de este pan.” Jesús les contestó: “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.”
DESDE LA PLAYA
(Hombre, casado, tres hijos, trabajan ambos, en vacaciones)
El verano, tiempo de descanso, de retiro, de tratar de huir de lo cotidiano, de acallar esa mente que no para…. Es curioso, pero si nos damos cuenta son muchos los pasajes del evangelio, donde Jesús se retira a orar, a descansar. Como decía un buen sacerdote, es bueno retirarse, cambiar de lugar, pero nunca de dueño, Dios no debe veranear en nuestra vida, es el pan que verdaderamente la alimenta. Este Domingo es muy llamativo el dialogo que se establece, los discípulos buscan a Jesús, muchos de ellos por motivos mundanos, de hecho Jesús se lo deja claro, entiende que muchos de nosotros, en ocasiones acudimos a Él desde nuestro yo y eso no es posible. Para acudir a Jesús, debemos despojarnos de nuestros egoísmos y descubrir que lo verdaderamente importante es creer firmemente que quien en Dios descansa no necesita nada más, es el alimento, la verdad y la vida, todo cobra sentido.
DESDE LAS VACACIONES
(Mujer casada, cuatro hijos, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento laical)
En estos días que nos desplazamos a otras localidades, para compartirlos con familiares o para disfrutar de enclaves más cerca de la naturaleza, celebramos la eucaristía con otras comunidades parroquiales y con diferentes personas desplazadas igual que nosotros. A veces el templo se queda tan pequeño que se celebra al aire libre, casi tal como hablaba Jesús con los que le seguían.
Los allí reunidos vamos detrás del mismo Jesús; cada uno se ha encontrado con Él en algún momento de su vida, y ha decidido seguirlo. Hemos comido su pan, nos hemos sentido llenos, experimentado con más o menos intensidad que no necesitábamos nada más, porque estábamos en Él y con Él. Pero nuestra fe es débil y constantemente se nos olvida dónde ponemos el corazón y la cabeza, afanándonos con las cosas materiales y pasajeras, dándole demasiadas vueltas a los problemas en nuestra cabeza.
En este tiempo de descanso es tiempo de centrarnos en el presente regalado, de soltar y poner nuestras preocupaciones en sus manos, de disfrutar de más tiempo de calidad para estar con Él, recordando todo lo bueno que el Señor ha hecho con nosotros.
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