ÚLTIMO PASO: ACTIO

¿A qué nos lleva el texto?

(matrimonio, 3 hijos, pertenecen a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

Justo hoy, hemos vuelto, algunos hermanos de comunidad y yo, de pasar dos días con una orden religiosa contemplativa, las Hermanitas de Belén, en la Cartuja de Jerez de la Frontera. Hace unos 5 años hicimos un retiro allí, en su hospedería. En todo el monasterio se respira un perfume de Dios que necesitaba volver a percibir y que te renueva por dentro. Esta mañana, bien temprano, hemos rezado con ellas las oraciones de maitines y hemos celebrado la Eucaristía. Su forma de orar, sus canciones, su tono suave y amoroso al Dios, dueño del universo, nos ha transportado a otra dimensión. Incluso, con una de las religiosas, hermana de un miembro de nuestra comunidad cristiana, hemos compartido un momento de adoración ante el santísimo y después unos momentos de expansión visitando el monasterio y comiendo.

Gentilmente, después, nos han acompañado a tomar un café, tres hermanas y la vicepriora. Nos han preguntado por nuestra comunidad, nuestras familias, nuestro compromiso diario tanto espiritual como laboral… lejos de pretender inmiscuirse en nuestras vidas, han empatizado con nosotros en nuestra dificultad en el mundo tan estresante en el que vivimos y sobre todo en nuestra preocupación por inculcar los valores cristianos en los jóvenes, principalmente en nuestros hijos. Al menos yo, he sentido que hacían un vacío interior inmenso para acogerme con las puertas del corazón abiertas de par en par, con una capacidad de escucha, llena de ternura y comprensión. Tras desahogarnos con ellas y volcar todas nuestras tinieblas y miedos interiores, se nos ocurre decirles: Hermanas, que podemos hacer?? Ellas con una gran alegría en su cara, por tener la respuesta a flor de piel, nos han dicho: REZAR Y ADORAR.

Al leer este pasaje del evangelio domingo próximo y querer elaborar el comentario seglar, esta lectura me ha parecido nueva, después de lo vivido. Ellas no son ajenas al dolor ajeno, es más, al despedirnos porque tenían que rezar vísperas, nos dijeron: Andad con Dios, nosotras ya tenemos tarea para la oración de esta tarde y para muchas más después de lo compartido con vosotros. Y, encima, ¡nos han dado las gracias por lo compartido!

¡Me ha parecido tan bonito, tan generoso por su parte, que me he sentido tocado por el amor de Dios a través de este gesto! 

Si ellas han escogido este camino de contemplación, la mejor parte, la de María y no la de Marta, por estar tantas y tantas horas contemplando a su amado, adorándolo, hablándole y sobre todo escuchándole, y oran desinteresadamente por nuestras necesidades, ¿cómo yo, en mi pobreza espiritual, no voy a ser capaz de encontrar al menos el sosiego y la ayuda adorando a aquel del que un día me enamoré pidiéndole por los míos? Desde luego que, el Espíritu Santo se hace presente y nos habla a través de los carismas que infunde en las personas que hay a nuestro alrededor. Cada vez lo tengo más claro.


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