abierto por vacaciones

 7 de agosto de 2022           

 Domingo 19º del Tiempo Ordinario – Ciclo C

Los seglares que comentan el Evangelio cada domingo, se toman un descanso. En Septiembre se reanuda el servicio habitual.

En AGOSTO ofrecemos cada semana un comentario realizado mientras se disfruta de las vacaciones y en referencia a ellas.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,32-48)

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.

Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.

Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.

Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos.

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa.

Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Pedro le dijo:

«Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».

Y el Señor dijo:

«¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?

Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.

Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.

El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.

Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».

DESDE LA PLAYA

(por hombre, casado, con tres hijos, trabajan ambos, en vacaciones)

Otro año, asomado a esta tarea que acepté hace mucho, mucho tiempo, y que  se me presenta como una oportunidad renovada de reconocerme y entregar algo de lo que vivo. Este año, el calendario me permite hacer este primer comentario “desde el verano”, ya inmerso en él, descansando, rodeado de familia, de arena, de mar. 

Parece contradictorio esta necesaria desconexión veraniega, con lo que nos propone la Palabra del Domingo, este estar alerta, en vela, puede resultar incluso agobiante en estas fechas. Pero “no temas pequeño rebaño”, me encanta como comienza, el cariño con el se nos dirije. Es evidente que un seguidor de Jesús no descansa, “no veranea”, es, está y se entrega cada día, incluso en verano, pero no olvidemos que tenemos que estar con firmeza, necesitamos recargar nuestro corazón, salir de la rueda, mirar con perspectiva, y entregar lo que somos tambien en verano, a los que nos rodean, a los vecinos y a todos aquellos que se cruzan con nosotros en nuestro quehacer


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