¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, 5 hijos, ambos trabajan, pertenecen a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Le vendó las heridas y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó.
En esta conocida lectura nos solemos plantear si somos como el buen samaritano, que cuida del prójimo.
En esta ocasión te propongo dar un giro al enfoque. ¿Sientes que Dios te cuida? Que se para, se te acerca, cura tus heridas abiertas, te sube a su cabalgadura, te lleva a la posada, da de lo suyo por ti.
Te invito esta semana a prestar atención a la cercanía de Dios, a que percibas si el Señor se acerca a ti durante o tras algún acontecimiento en el que hayas necesitado ser cuidado, protegido. Cuando lo percibas, párate, deshazte de tus prisas, como él se paró contigo, muéstrale tu agradecimiento, lo cual te hará mucho bien, y haz tú lo mismo con los demás.