ÚLTIMO PASO: ACTIO

¿A qué nos lleva el texto?

(matrimonio, dos hijos, él trabaja, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar). Comentario del Evangelio Seglar de 2013.

“Se conmovió”. Esta es la palabra que ha quedado resonando, tras orar con este texto. El padre de la parábola se conmovió al ver a su hijo y salió corriendo a su encuentro. Conmoverse. Así es el amor de Dios hacia nosotros. Le lleva a conmoverse, a lanzarse a nuestro encuentro con “los brazos abiertos”, antes de que lo hagamos nosotros. Así es su capacidad de perdón.

Os invitamos durante esta semana de Cuaresma a que reflexionemos sobre todo aquello que nos ha hecho derrochar la “fortuna” que nos ha dado nuestro Padre Dios. Pensemos cuán mal vivimos por ello, cuantas “necesidades” tenemos a causa de este despilfarro. Vayamos luego a su casa para decirle “Padre he pecado contra el cielo y contra ti…” Acerquémonos a recibir el sacramento del Perdón. Dejemos que el Padre nos abrace a través de él. Sintamos ese abrazo del que tanto se “conmueve” por nuestro arrepentimiento, por nuestra vuelta, del que nos acoge y perdona porque solo quiere nuestra alegría y paz. Dejemos que nos conmueva y nos emocione ese modo que tiene Dios de querernos.

Os invitamos también a pensar en aquellos que hay a nuestro alrededor que nos hacen daño, que nos hacen mal…. El padre de la parábola ya había perdonado al hijo antes de que este llegara a él. Por eso no busca su castigo, ni su escarnio público… Hagamos nosotros el ejercicio del perdón interior. Miremos y comprendamos el por qué del comportamiento de los que nos lastiman. Dejémonos conmover por las debilidades, limitaciones, pobrezas… (que en tantas ocasiones son las nuestras), del hermano que nos hiere. Y si podemos acerquémonos a alguno de esos hermanos. Intentemos “abrazarle” con palabras cargadas de misericordia y compasión, con nuestros gestos, con lo que expresamos… buscando con ello su salvación y no su condena.


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